Spoiler: No existe.
Cientos de libros pendientes, muchos cursos online disponibles, una novela a medio escribir, mentalidad para ejercitarme y llevar una vida más activa, pero sin tiempo de hacer todo. Cuando una pandemia aparece y sé que es mi momento para conseguir todo lo que no voy a poder conseguir en otro momento. Pero...
Oscuridad.
¿Quién dijo que el cuerpo iba a responder a gusto de mis deseos?
Durante meses intenté aplicar todas las estrategias que había aprendido. Una planificación más ajustada... no la cumplí. Una planificación más libre... tampoco me sirvió. Todos mis trucos que había aplicado y aconsejado, se me escapaban de mis manos y solo podía mirar el techo y llorar de frustración pensando "tu yo impulsivo te está ganando".
Las redes sociales me hartaron, los servicios de mensajería me agobiaron y casi no tenía contacto con las personas.
Al final la luz para salir del pozo llegó, pero aún seguía buscando a mi yo productivo que había desaparecido.
Pero después de meses, fue que entendí que todas las estrategias que me habían servido, ya no iban a funcionar. Porque la vida había cambiado. Porque yo había cambiado. Y no solo cambié a causa de la cuarentena, cambiamos todo el tiempo: evolucionamos, nos equivocamos, adelantamos tres pasos, y retrocedemos dos.
A veces, ser productivo se basa más en conocerse a uno mismo que tener cientos de estrategia a la mano. Fue cuando pude superponer mi salud mental a mi ambición, que pude empezar a sentirme útil.
En estos meses me desarmé y rearmé de nuevo. Aunque aún quedan varias partes por colocar.
Por eso, estoy de nuevo motivada a seguir investigando sobre productividad y motivación, aunque sea con objetivos más simples o con diferentes prioridades. Espero poder volver a actualizar pronto y contarles más del tema.
¡Cómanse el mundo! Nos leemos ♥
¡Me alegra mucho ver una entrada nueva en el blog! :D aunque tu spoiler me cayó como una piedra (aunque siendo honestos, tiene sentido).
ResponderBorrarEn mi caso particular, durante la cuarentena dediqué muchas horas a mi trabajo, pero para ser sinceros eso no me hizo sentir que era más productivo, ni siquiera el sentirme mejor por al menos estar logrando "un poco mas".
Todas las estrategias que tuve al igual que tu las dejé. Reconozco que al iniciar ciertas rutinas tengo una suerte de "boost" de productividad, o al menos eso piensa mi cerebro. Igual no creo que ninguna de ellas hiciera la diferencia, lo que realmente me hizo "producir" un poco más fue una suerte de placebo motivacional por creer que había encontrado la mejor forma de ser productivo.
Creo que todos podemos tener buenos arranques, o buenas semanas. Pero a mediano/largo plazo, es difícil de mantener (o por lo pronto los beneficios de las rutinas van siendo decrecientes).
¡Hola! El año pasado fui consciente del enorme problema que tengo con la procrastinación, la impulsividad y la ansiedad... Lindo cóctel. Me preguntaba si sería capaz de resolver eso, y justo cayó este año con todos estos cambios y con los gigantescos cambios que tuve en mi propia vida (dejar mi carrera y mi trabajo anteriores, donde solía creer que estaba mi futuro y me encontré con que me hacían muy mal). Así que la salud mental me jugó una mala pasada y estos meses los pasé horrible en todo sentido. Pero bueno, estoy en ese mismo camino que decís, de tratar de conocerme mejor, y ahora estoy más motivado, así que seguiremos en la lucha jaja, ahora estoy probando sistemas nuevos, veremos qué sale. ¡Abrazo!
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